La descarbonización de flotas es un aspecto clave de un plan de sostenibilidad. Cada vez más empresas deciden prepararse para el cambio energético apostando por la movilidad eléctrica.
El transporte es responsable de un 25% de las emisiones de CO2 a nivel mundial. Apostar por la descarbonización de tu flota, mediante la incorporación de vehículos eléctricos, contribuirá en solucionar un problema global a la vez que permitirá a tu empresa cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una flota eléctrica es sinónimo de una movilidad más eficiente, económica y respetuosa con el medio ambiente.
Muchas empresas todavía no han dado el paso, pero los acuerdos para la lucha contra el cambio climático y la Agenda 2030 nos obligan a trabajar para adaptarnos a las nuevas circunstancias.
¿Qué es una estrategia de sostenibilidad?
Ante todo, ser sostenible es una responsabilidad. Por eso es importante definir una estrategia basada en medidas que se ajusten a tus objetivos como empresa y apuesten por la sostenibilidad: un plan de sostenibilidad permite, a medio y largo plazo, reducir costes y ser más eficientes. Para obtener un negocio sostenible, se requiere un perfecto equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU guían las empresas para elaborar un plan de sostenibilidad con el fin de afrontar los desafíos medioambientales, políticos y económicos de hoy. Por ello, una descarbonización de flotas es esencial en tu plan de sostenibilidad.
Cómo ser una empresa innovadora y sostenible
¿Quieres luchar contra el cambio climático y mejorar tu Responsabilidad Social Corporativa? Fomenta la movilidad eléctrica.
El vehículo eléctrico es la alternativa a la movilidad convencional. Es un modelo de movilidad en plena transformación hacia el transporte sin emisiones. Y éste, ofrece múltiples ventajas. Lo más importante que debes saber es que la adquisición de cualquier vehículo eléctrico, así como su infraestructura de recarga está incentivada por los gobiernos, ofreciendo ayudas para su compra e instalación. Aquí tienes algunas otras razones para sumarte al movimiento de la e-movilidad:
- Participa en la mejora de la calidad del aire y la reducción de emisiones de gases CO2.
- Mejora tu imagen corporativa comprometiéndote con el medio ambiente.
- Ahorra los impuestos de circulación, los estacionamientos en zona azul y algunos peajes.
- Reduce la contaminación acústica.
- Disminuye los gastos de carburante hasta en un 70%.
- Despreocúpate del mantenimiento (cambio de líquidos, aceite o filtros) y de su coste.
Pero, sobre todo, invierte en un producto rentable: las flotas electrificadas (incluyendo sus respectivas infraestructuras de recarga) presentan periodos de retorno de 7años [1], implicando un ahorro de dinero considerable a partir de dicho periodo.
Descarbonizar ya es una realidad
El vehículo eléctrico se está democratizando. Y es ahora cuando se están ofreciendo más ayudas para su adquisición. Según el MOVES II, un mismo beneficiario puede optar a la sustitución de 30 vehículos. En este contexto, cada vez más empresas están realizando estudios de movilidad sostenible, planes de transporte al trabajo (PTT) y estudios de descarbonización de flotas.
El parque Port Aventura World tiene como objetivo descarbonizar el transporte en sus instalaciones en un plazo de 5 años. Por eso recurrió a Etecnic quien realizó un estudio de movilidad eléctrica. Este estudio conlleva un plan de descarbonización de flota interna con su infraestructura de recarga asociada, pero también infraestructuras de recarga en los aparcamientos del parque y de los hoteles.
Las administraciones públicas también están apostando con fuerza por la movilidad eléctrica. Como, por ejemplo, el Ayuntamiento de Terrassa (163 vehículos) o Aigües de Manresa (65 vehículos) a quién recientemente Etecnic ha ayudado a realizar sendos estudios de descarbonización de sus flotas municipales.
En Etecnic somos especialistas en dar soluciones integrales para a la movilidad eléctrica. Te ayudamos en todas las etapas de tu plan de descarbonización de flotas:
- Plan de substitución de la flota actual
-Análisis de la flota actual para entender las necesidades de la empresa.
-Propuesta de sustitución de los vehículos existentes por equivalentes eléctricos por fases
- Propuesta de infraestructuras de recarga
-Implantación de la infraestructura necesaria para realizar la recarga de vehículos eléctricos.
En función de las necesidades de recarga de los vehículos de la empresa se puede optar por carga lenta, semi-rápida o instalar un equipo de carga de 50kW para cargas “de urgencia”. En cualquiera de los casos, se amortizan los costes de infraestructura entre 5 y 8 años.
- Estudio de la infraestructura de soporte
-Anteproyecto de Planta Solar fotovoltaica integrada en las instalaciones del cliente y dimensionada para cubrir la demanda energética de la nueva flota
Inversiones con periodos de retorno alrededor de los 7 años
- Asistencia técnica
-Redacción de pliegos de condiciones para la compra de vehículos eléctricos.
-Dirección de obra y asistencia técnica en terreno.
-Legalización de las nuevas instalaciones, con su correspondiente inscripción en el Departamento de Industria.
-Preparación de memorias para aplicar a subvenciones (MOVES II).
-Soporte y acompañamiento durante el proceso de postulación.
Cuando se apuesta por la movilidad eléctrica, se apuesta por la opción más eficiente y sostenible existente. La movilidad eléctrica ya está aquí y es imparable.
¿Todavía tienes dudas? Observa esta tabla, puede que cambies de idea…
Gasolina | Diésel | Vehículo Eléctrico | |
Emisiones de CO2 (g/100 km) | 14.300 | 12.700 | 3.600 2 |
Emisiones de NOx (g/100 km) | 2.78 | 13.54 | 0 |
Precio combustible
(€/100km) |
7,50 | 5,00 | 1,50 |
[1] Para flotas con vehículos que realizan alrededor de 20.000 km al año.
[2] Los vehículos eléctricos NO emiten ningún tipo de gases contaminantes, aunque hay que indicar que no es correcto asumir que sus emisiones de CO2 son cero. Esto se debe a que el vehículo eléctrico tiene emisiones de CO2 derivadas del consumo eléctrico necesario para la recarga de la batería del vehículo.